lunes, 22 de enero de 2007

La pampa y el cometa


Aunque pueda parecer poco atractiva la propuesta, la contemplación del paisaje pampeano mientras uno viaja por la autopista Bs. As.-Rosario, es una imagen digna de verse. Es cierto que es poco espectacular, y pareciera hasta un poco monótona pero, bien mirada, tiene un atractivo bastante irresistible. A mi me gusta el contraste de colores entre esos tonos diferentes de verde de las plantaciones o de los pastizales y el celeste del cielo, contraste que, por otro lado, va mutando conforme varía la luz del día. Siempre que puedo, cuando regreso desde San Nicolás para Bs As, trato de hacerlo en el horario del atardecer, porque la incidencia de los rayos del sol poniéndose cambian las tonalidades de los verdes de los campos y dibujan sombras inquietantes en el paisaje. Con esa vista, es más fácil poder pensar, sin duda. Esas líneas de árboles que uno puede ver, allá lejos, cerca casi del horizonte parecen tan misteriosas.

Hoy, concentrada en el paisaje, no me percaté de la presencia del cometa Mc Naught hasta que una estrella insistente y brillante me llamó la atención. No vi la cola que delatara su identidad pero después me di cuenta de que era el cometa famoso e inesperado que todos estos días se nos aparece como un fantasma, alertándonos de que allá lejos, en el universo, siguen pasando muchas cosas.