miércoles, 18 de junio de 2008

De terror


Mi hijo quiere ver una película pero claro, como todo adolescente de 13 años ¿qué quiere ver???:“veamos una de terror, ma!”. Bueno, OK, saquemos una de terror, qué tanto... Y con esa perspectiva, me encamino al video. Saco (encuentro entre lo que queda, es viernes) "30 días de noche". Al rato, estamos sentados frente a la tele, con el DVD puesto. Preparados... listos... yaaaa!!!!... y bue... empieza el filme...
Todo transcurre en un pueblo lejano de Alaska donde cada invierno sus habitantes deben pasar 30 dìas en la oscuridad más absoluta. Muchas personas del lugar prefieren refugiarse en zonas más cálidas ( y luminosas) del sur durante ese mes, y asi ocurre un peregrinaje masivo de gente cuando falta poco para que se inicie ese mes fatal. Pero (siempre hay un pero en las historias) algunos lugareños prefieren permanecer. Entre ellos, el jefe de policía. Y ahí viene la gran oportunidad para los vampiros. 30 dìas de noche deben ser el paraíso para estos seres. Y una noche, la primera de las 30, los vampiros comienzan a asolar el pueblo. Y se dan una gran comilona.
La película semeja un western: un pequeño pueblo en medio de la nada, algunas personas desencantadas pero orgullosas de pertenecer a ESE lugar, un sheriff (es decir, el jefe de la policía) honesto y valiente a su pesar, enfrentado a unos bandidos (los vampiros) más poderosos y más numerosos. Tienen todas las de perder. Bien versus mal. Héroes contra bandidos. Civilización y barbarie. No niego que los vampiros tienen cierto estilo. Son sanguinarios, si, pero su jefe se permite algunas críticas sociales, algunos planteos filosóficos ("las cosas en las que creen...!!!" le recrimina al Extranjero antes de pasarlo por los colmillos...)

Las muertes terribles, las conversiones (de humano a vampiro, nunca viceversa en una pelicula de esta temática que se precie) y la violencia más absoluta se suceden a lo largo de los minutos (y de los 30 días de noche). El horror más profundo me embarga: ¡noooo!!! ¡el héroe no tiene modo de ganarle a esta caterva de malditos!!! Encima, el personaje del adorador (humano) de los vampiros lo hace el mismo actor (Ben Foster) que hace de Charlie Prince en 3:10 to Yuma. No pinta bien la situación. ¡Qué desconsuelo!
No soy de las que se ríen en las películas de terror. El corazón se me paraliza de angustia. Me atormenta semejante matanza. Agus, por su parte, me dice que le dio sueño (¡nada! ¡no se le para ni un pelo!. Estos chicos de hoy, que no se impresionan con nada), asi que se va a dormir.
Y entonces me quedo sola, en el sofa, temblando de frio y miedo, envuelta en la frazada y pensando “¡Basta vampiros, en nombre de la humanidad, dejen de matar gente!!!”