jueves, 25 de septiembre de 2008

¿Por qué no sale asi nomás???


Me cansan, me cansan, me cansan las preguntas sin respuesta:
- ¿Por qué llora el bebé???
- ¿Cada cuánto le doy la teta???
- ¿Qué le puedo dar para los cólicos???
- ¿Por qué estornuda???
- Tiembla de frío... ¿lo abrigo más???
- ¿Por qué no quiere comer???
- Usted me dice que está todo bien pero... ¿está todo bien???
La inseguridad y el miedo que aqueja a muchas mujeres luego de tener un bebé es un hecho estudiado, pero también es llamativo que con la preparación que recibe hoy una mujer previo a tener un hijo, se manifiesten tantas dudas en los días siguientes. Y que necesiten tanto reaseguro sobre el manejo de las situaciones. Porque no hablo de mujeres que han parido en el hospital, solas, con apenas algunos controles prenatales hechos y no mucho más; y sin embargo, a pesar de las condiciones poco amigables en las que suelen transcurrir su parto, una vez que ven los ojos de su hijo entienden de qué va todo, y no necesitan repreguntar mil veces las mismas cosas: se dejan llevar por su instinto y allá van.
No: hablo de mujeres que tienen una prepaga, se hacen 8 mil ecografías (tres D, cuatro D, cinco D...), van al curso de preparto, las acompaña el esposo durante el parto tomándoles amorosamente la mano y animándolas, tienen a toda la familia alrededor.... En fin. Así y todo, los días posteriores al nacimiento los viven como si fueran el prólogo de alguna clase de tragedia inexplicada.

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